Bienvenido. Puede que hayas llegado hasta aquí por casualidad, porque me conozcas o porque te hayan hablado de mí. Me presento: Mi nombre es Amanda y soy psicóloga.

El comportamiento humano y cómo éste nos aleja o acerca de cierto equilibrio y bienestar, es uno de mis mayores intereses y a lo que me dedico desde hace más de diez años. Tanto con niños, como con adolescentes y adultos.

Puede ser que estés aquí por una circunstancia concreta que conozcas. O tal vez no lo tengas tan claro; en ocasiones ciertas situaciones se nos repiten una y otra vez y no sabemos qué hacer para cambiarlas.

Sea como fuere, tienes derecho a estar aquí. En ocasiones nos censuramos diciéndonos qué es lo suficientemente importante. Y es que lo más importante aquí y ahora, eres tú.

Tienes derecho de cambiar aquello que no te gusta. Tienes derecho para decidir y para responsabilizarte de aquello que has decidido. Tienes derecho para estar mejor y también para no querer estarlo.

Durante el proceso terapéutico, las principales herramientas son la palabra y la escucha. Ayudándote a poner palabras a tus sensaciones, percepciones y pensamientos que están ocurriendo en el momento presente sin ningún tipo de juicio, te adentrarás en tus conflictos con el principal objetivo de identificar y comprender qué es aquello que te mantiene donde no quieres estar, o que te impide llegar donde quieres. Y serás tú mismo quien vayas encontrando las respuestas que necesitas, sirviéndote yo de guía en ese proceso.

Desde el marco teórico desde el que trabajo -el humanismo- lo más importante eres tú. En tí están todas las herramientas necesarias para sentirte bien, para sanarte. Porque en todos los seres humanos hay una tendencia innata a estar bien.

En tu persona, confluyen sentimientos, pensamientos y acciones. Que consigas tomar conciencia de cada uno de ellos de manera equilibrada, es uno de los objetivos de la psicoterapia.

El objetivo final es que consigas ser lo que eres. No quien tienes que ser, lo que te gustaría o lo que a otros les gustaría que fueses. Aceptarte tal cual eres.

                                                   

“La curiosa paradoja es que cuando me acepto tal como soy, entonces puedo cambiar.” —Carl Rogers

“Lo que no se hace consciente se manifiesta en nuestras vidas como destino..." —Carl Gustav Jung